Sevilla1545, Don Juan Tenorio y Don Luis Mejía se vuelven a ver, después de un año, en la Hostería del Laurel para comparar quien ha sido más vil y mujeriego. Gana Don Juan, y además reta a Don Luis, quien matrimoniará en breve con Doña de Pantoja, a que le robará la novia, y añadiendo a esto la conquista de una novicia, Doña Inés de Ulloa. Don Juan seduce a Doña Ana y rapta a Doña Inés, y la lleva a su palacio en donde se enamoran locamente. Allí se presentan, el padre de Doña Inés, Don Gonzalo de Ulloa y Don Luis. Ambos perecen a manos de don Juan. Este huye a Italia y regresa 5 años después a Sevilla. Entra en el cementerio y se topa con las estatuas de todos sus deudos, y con la de Doña Inés, la cual murió de tristeza añorando a Don Juan. La estatua de la novicia comunica a Tenorio que debe arrepentirse de sus pecados, pues si no es así, ambos se condenarán para siempre. Don Juan marcha a su casa y da una cena a unos amigos. El ágape lo interrumpe Don Gonzalo e intenta llevarlo al infierno, pero Doña Inés intercede y evita la caída de Don Juan. Este se arrepiente de sus pecados, lo que ocasiona la salvación de los dos amantes, cuyas almas pasan a gozar de la dicha eterna, juntos y en el cielo.