- FechaSábado, 23 de marzo de 2024
- Hora20:00
- Precios12€
- Publico recomendadoNo recomendada para menores de 16 años
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A que voy yo y lo encuentro
Amparo fue la cuidadora de Ángela, una anciana que está ahora en una residencia. Alba, que llegó hace un par de días a la ciudad, no ha ido a visitar a su madre, con la que lleva años sin hablarse. Alba ha venido a la casa de Ángela a recoger las últimas cosas, ya que el piso está a la venta. Amparo está allí para revisar los discos, porque quiere grabar una lista de canciones. Dice la doctora que esto podrá ayudar a Ángela a mantener viva su memoria. La música se guarda en un cajón del cerebro, separado del resto de los recuerdos, y al abrirlo, su luz puede alumbrar otros recuerdos ahora en sombra.
Alba, que se dedica a la música indie que se mueve en prestigiosos circuitos y festivales internacionales, desprecia el tipo de canciones que le gustan a su madre. Ella piensa que no son más que temas absurdos, banales y machacones, solo aptos para las orejas más incultas de las últimas décadas, que, por otra parte, se cuentan por millones, ya que todas las canciones de la lista de su madre son grandes éxitos comerciales.
¿Por qué hay determinadas canciones que se convierten en hits? ¿Qué tienen determinadas letras o melodías, para remover, de una forma u otra, a millones de cuerpos o sensibilidades? Alba está convencida de que la gente se deja llevar por la simpleza y el marketing. Nosotros entendemos que las canciones que, a lo largo de los años, se convierten en himnos populares son obras distinguidas por la gracia del público, porque la gente es capaz de verse en ellas, y que por ello tienen innumerables dueños, dueñas en este caso.
Así que será esta playlist, la lista de Ángela, la que nos haga danzar por las distintas historias de otras hijas y otras madres, en un laberinto de espejos donde la propia Alba terminará por verse reflejada.